sábado, 22 de noviembre de 2014

RE INTERPRETACIÓN DE UNA ESCENA DEL DON JUAN TENORIO DE ZORRILLA CON ELEMENTOS DE TERROR.

                   Escultor y Juan ya mayor, de vuelta a Sevilla tras su huida de España. 

Escultor. Caballero...

Juan. Dios os guarde.

Escultor. Perdonad sois forastero?

Juan. Hace años que vivo alejado de  España... me chocó el ver cambiado el recinto.

Escultor. Como que esto era un palacio.

Juan. ¡El palacio hecho panteón! 

Escultor. Tal fue la voluntad de su dueño.

Juan. Don Diego Tenorio.

Escultor. El mismo. Tuvo un hijo don Diego peor mil veces que el fuego. 
Un mozo sangriento y cruel del que se decía que tenía una fuerza sobrehumana.
Quimerista, seductor y jugador con ventura, no hubo para él segura ni vida, 
ni hacienda, ni honor.

Juan. ¿Y cómo obró don Diego?

Escultor. Dejó entera su hacienda para hacer este panteón en el que se 
enterraran todos los que mató su hijo.

Juan. (Ríe) ¡Bien empleó sus riquezas el difunto!

Escultor. ¿Le conocisteis?

Juan. Sí. ¡Buen busto es el de don Luis Mejía! ¡Hola! Aquí el Comendador 
se representa muy bien.

Escultor. Yo quise poner también la estatua del matador entre sus víctimas, 
pero no pude encontrar su retrato... Un Vampiro dicen que era el caballero 
don Juan Tenorio, puesto que sus víctimas tenían la marca característica que dejan al morder.
Solo de pensarlo, se me pone la piel de gallina... Cree usted lo mismo?

Juan. Si, algo escuche sobre el. !Muy Malo!

Escultor. ¿Le conocisteis?

Juan. Mucho. Solo de oídas.

Escultor. Don Diego le desheredó.

Juan. Ha sido poco daño para don Juan. La fortuna va tras él desde la cuna.

Escultor. Dicen que ha muerto.

Juan. Es engaño, vive.

Escultor. ¿Y dónde?

Juan. Aquí, en Sevilla.

Escultor. ¿Y no teme que el furor popular...?

Juan. En su valor no ha echado el miedo semilla

Escultor. Sólo a él le está prohibida la entrada a este panteón.

Juan. No existe quién se la impida. Hombre es don Juan, que a querer,
volverá el palacio a hacer encima del panteón.

Escultor. ¿Hasta con los muertos se atreve?

Juan. Tratándose  de haber nacido siendo un vampiro crees que le importara construir
su palacio sobre unas insignificantes tumbas para el? Que Dios no le ha querido. ¡Cielos, qué veo! Doña Inés. ¿También murió?

Escultor. De sentimiento cuando volvió al convento abandonada por don
Juan. Quizás se enteraría de lo que era.

Juan. ¿Y yace aquí?

Escultor. Sí.

Juan. ¿La visteis muerta?

Escultor. Sí, ¡y dormida la creí!

Juan. Cuán bella y cuán parecida es en mármol. ¡Quién pudiera, doña Inés,
volver a darte la vida! Aunque yo mismo la mate...

Escultor.(Asustado)  ¿Como dijo?

Juan. ¡Viven los cielos! Dejad a don Juan Tenorio recuperar lo que le arrebataron y acabar con la vida de todos aquellos que se le opongan!

Escultor. ¡Don Juan Tenorio! Por favor tenga piedad de mi!

Juan. Yo soy. Y si no me satisfaces, compañía juro que haces a tus estatuas.

Escultor. (Titubeando) Tomad.

(En el momento en que el Escultor estira el brazo para entregarle las llaves, este le muerde la muñeca, dejandole seco y muerto al instante)

FINAL ESCENA 2.
                                                   

1 comentario:

  1. Bueno, Jorge, el texto no está mal, demasiado fiel al original, con fragmentos bastante extensos tomados directamente de la obra de Zorrilla, pero lo doy por bueno, no está mal, te curras los ejercicios de creación bastante más que el año pasado y, aunque en clase me pasas totalmente desapercibido, más tarde trabajas y estoy muy contento con tu actitud en ese sentido, la verdad. Ahora bien, lo que no puedo tolerar, Jorge, es que llegues a redactar, así, impunemente, "Cree usted lo mismo?" o la puntuación tan nefasta de "Perdonad sois forastero?". ¡Con la expresión tan buena que estabas teniendo en líneas generales! Cuidado con estos despistes más propios de prosa de whatsapp que el de un ejercicio de lengua.

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